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Cine y educación, el reto de la industria en Iberoamérica

¿Cómo hacer que el cine llegue a las aulas de clase y pueda ser una herramienta que enseñe valores? Cineastas, productores, exhibidores y trabajadores de la industria audiovisual debatieron sobre este tema y llegaron a la conclusión que el cine debe ser más que entretenimiento y que para que sea reflejo de valores, debe construirse una cadena que comienza en casa y se fortalece en la escuela con los profesores, quienes a su vez deben trabajar de la mano de los cineastas.

Durante el foro “Cine y educación» organizado en Madrid, España, por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) y la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (Fipca) se reflexionó sobre cómo incorporar el cine como herramienta educativa en la región.

Partiendo de la premisa “por cada hora que se lee se consumen diez de contenido audiovisual”, los panelistas ofrecieron diversas opiniones acerca del cine y el aprendizaje, una relación que en muchos países no está sólidamente construida a pesar de que hoy en día es muy fácil acceder a las películas, documentales y videos gracias a la tecnología.

Para el representante del Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica el cine no es lo suficientemente valorado y no se reconoce el valor de las imágenes, por lo que hay poco interés para aprender a interpretarlo.

Por eso, la presidenta de la Comisión Educación y Cultura del Parlamento Centroamericano, Arianne Benedetti, sostuvo que “se debería enseñar a leer las imágenes, así como también se debe crear la necesidad de conocer nuestras historias”.

Para lograrlo, es fundamental que en las escuelas y colegios haya un contenido transversal que además de mostrar el contenido, se enseñe a producirlo. Así, dijeron, el cine será más que entretenimiento y con el paso del tiempo podrá consolidarse como herramienta educativa.

El cine está concebido para ser visto en una gran sala, como acto social y de reunión, por lo que muchos ven como problema que las películas sean exhibidas en otras plataformas.

El director colombiano Gustavo Nieto Roa, quien precisamente estrena este jueves en Colombia “Mariposas verdes”, comentó que realizó la película para ser proyectada en cine, pero que hasta el día de hoy ha recibido más de 100 solicitudes de colegios que quieren exhibirla, por lo que afirmó que “sí hay interés por tener o emitir películas de temas que interesen, lo que pasa es que hay muchas películas que no son del interés de los niños”.

Si lo que se quiere es que el cine sea transmisor de valores, el profesorado debe contar con cierto bagaje para interpretar las imágenes, lo que hace necesario una relación entre educadores y realizadores.

No vale solamente proyectar un filme que niños y jóvenes no van a saber captar en su totalidad, sobre todo si es un contenido marcado por los antivalores.

¿Por qué y para qué sirve ver una película?

Lo ideal sería que tanto padres como profesores sepan cuál es el contenido que ven los niños y jóvenes para así construir una guía audiovisual. Se avanzaría en esa “cobertura educativa” si desde los gobiernos se pone en práctica como política.

 

Joan Álvarez, director general de la Academia de Cine de España, dijo que más allá de la alianza entre profesores, familia, cineastas y productores, la clave para que el cine sea herramienta educativa es cambiar la metodología y hacer que la cultura en general vuelva a las aulas.

“La cultura fue sacada (de los programas académicos) en los años 80 y hoy nos damos cuenta que la gente necesita una base humanística. La cultura debe volver desde el punto práctico, debe haber alfabetización y praxis de la cultura audiovisual”.

Fuente: elespectador.com