Ednita Nazario: ‘Me he dado el lujo de contar mis triunfos y mis momentos oscuros’

Ednita Nazario es una de esas estrellas que hasta por teléfono brillan. Su cordialidad y picardía traspasan a línea y hacen que, desde la primer respuesta, las dos rompamos en carcajadas porque, si hay algo que la caracteriza, es esa alegría desbordante con la que impregna su conversación.

“Yo tenía unos padres que eran así”, dice cuando le preguntamos si su forma de mantener le éxito nació con ella o se fue forjando. “Mis papás eran dos personas fuera de serie. Mi mamá fue una mujer muy adelantada a sus tiempos, a la que siempre le gustó trabajar y ser independiente aunque en la época en la que vivió la mujer no estaba supuesta a hacerlo. Y mi papá siempre fue muy conectado con el aquí, con el ahora y con el mañana. El me enseñó que uno debe ser asertivo y jamás agresivo. Así es que creo que lo guerrero nace de fábrica con uno, pero también uno lo tiene que ir cultivando”.

Entonces eres una digna heredera del espíritu de lucha de ellos…

Si. Y de lo creativo. La creatividad me ha ayudado a despegar las alas. ¡Y no hablo solo en el aspecto musical! Yo siempre me estoy retando en otras cosas, por eso una vez me atreví a hacer parasailing, que es algo así como amarrarse a un paracaídas en medio del mar. Un joven podrá decir: “¡Ah pero eso no es nada!”. Pero yo lo hice después de los cuarenta. ¡Y no saben el logro que sentí! ¡Sobre todo porque no me morí! ¡Y a mi eso de estar viva me da mucha alegría! (carcajadas)

Y ahora en tus sesentas, publicas tu primer libro, al lado de tu nuevo disco, ambos llamados “Una vida”. ¿Cómo surgió la idea de escribir tu biografía?

No fue idea mía. Surgió de una conversación informal que tuve con mi representante Bruno del Granado. Yo le estaba contando anécdotas que había vivido y él me dice: “¿Por qué no escribes un libro de tu vida?” Y yo le dije: “¡Pero si lo relevante de mi vida que es mi trabajo la gente ya lo sabe!” Porque yo pensaba que lo vivido detrás de bastidores lo debía mantener allí. Pero él me dijo: “Alguien va a escribir un libro sobre tu vida, y yo creo que tu tienes una oportunidad de oro de ser tu quien sea quien la cuente”. ¡Y le hice caso!

¿Qué es lo que más te gusta de haber seguido ese consejo?

Que logré un libro que me humaniza. Me he dado el lujo de contarle a la gente no sólo mis triunfos, también mis momentos oscuros, mis pérdidas y ganancias, mis encuentros y desencuentros, todas las diferentes dinámicas de mi vida están en Una vida.

¿Qué descubriste en el proceso de escribirlo?

Al hacer el ejercicio de escribir este libro me di cuenta que he llevado una vida plena, pero normal, porque lo que me ha pasado es muy similar a lo que le ha pasado a mucha gente: he amado, me he divorciado, he sufrido, he reído…

¿Cuál fue la página más difícil de escribir?

Todas las páginas que incluyen momentos de pérdida porque nunca he sido una persona que me guste ver para atrás, solo para adelante. Pero volver a vivir la pérdida de mis padres, y la pérdida de mi bebé, fue muy difícil. Lloré. Paré varias veces. A veces tenía que dejar de escribir una semana en lo que pasaba el golpe. En otros momentos se hizo francamente imposible seguir escribiendo. Pero como estaba grabando el disco a la misma vez, canalizaba esto en el disco, para salir de la tristeza… El disco no es derivado del libro pero si hay conexión muy fuerte porque en el disco hablo de la vida y sus emociones, y el libro es sobre mi vida, la cual ha estado llena de esas mismas emociones.

Fuente: elnuevoherald.com

Eddie Vinueza.