‘Por hacerme el bueno’, el esperado regreso de Bacilos
La última ocasión que actuaron juntos fue en el 2007. Desde entonces, el colombiano Jorge Coqui Villamizar se dedicó a su carrera como solista, André Lópes volvió a su natal Brasil con su familia y el puertorriqueño J.J. Freire comenzó a practicar capoeira mientras estudiaba tambores e inició el grupo Zona de Bomba, de música folclórica de su país con una versión más moderna.
Diez años después y en un reencuentro informal en Brasil, para sorprender a la madre de Lópes, volvió a unirse el trío Bacilos, con un nuevo sencillo titulado Por hacerme el bueno, producción que presentan además bajo un nuevo sello discográfico: Sony Music.
“En octubre del año pasado, cuando nos juntamos en la casa de Jorge a tocar en el garaje, ahí surgió.
Vimos que iban a encajar los calendarios de los tres, y la disponibilidad y queríamos ver si había una demanda de la gente, de la industria y desde entonces hemos trabajado”, señala Lópes, bajista del trío.
Su separación, afirma Lópes, se dio en el momento preciso. “Creo que estábamos llegando al límite del cansancio, de once años tocando juntos, vivimos más tiempo entre los tres, viajando, en los hoteles, en las entrevistas, que con nuestras familias.
Paramos en el momento que debimos hacerlo, justamente para evitar un daño más grande entre la relación.
Por eso logramos volver”, agrega.
Su sonido característico con fusiones pop y tropical se renueva también sin perder su esencia en el sencillo Por hacerme el bueno, la primera de las canciones que estarán incluidas en el álbum que prevén presentar el siguiente año.
“Se fueron produciendo varios temas, hay varios que están ya terminados, pero ese (Por hacerme el bueno) se perfiló como el sencillo, sobresalió y pensamos que es la punta de la lanza para lo que viene”, explica Freire.
Este álbum, sostiene Villamizar, lo tienen previsto terminar por completo este año y comenzar una gira, en temporada de carnavales, en marzo aproximadamente.
El video del tema, realizado por el director Gustavo Carballo, quien ha trabajado con artistas como Macaco y Diego Torres, se rodó en el barrio Wynwood, en Miami, e intercala escenas del grupo en un ambiente clandestino con escenas de relaciones efímeras. (E)
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