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Apagones podrían durar al menos hasta diciembre

El déficit de generación de energía se agrava y todavía no han llegado los meses más fuertes de sequía.

Desde el 23 de septiembre de 2024, el mayor complejo hidroeléctrico de Ecuador, compuesto por las

hidroeléctricas Mazar, Sopladora y Paute (ubicadas entre Azuay y Cañar), está fuera de operación.

 

Se trata de un complejo que, aunque tiene una potencia de 1.756 megavatios y representa el 38%

de la demanda nacional, por la sequía estaba aportando al sistema con alrededor de

1.000 megavatios de potencia, al menos hasta el viernes 20 de septiembre de 2024.

 

A esto se suma que Colombia está reduciendo la venta de energía a Ecuador al pasar de 419 megavatios

el 18 de septiembre a 284 megavatios el 22 de septiembre.

 

Esto ocurre luego de que el 19 de septiembre el Gobierno de ese país anunció que comenzará a usar su

energía termoeléctrica, para preservar sus embalses, con lo que empezó a restringir aún más sus ventas

de energía térmica a Ecuador.

 

En este contexto, el déficit de generación eléctrica de Ecuador, que era de 1.080 megavatios de potencia

según el Operador Nacional de Electricidad Cenace, va en aumento y ahora sería de al menos 1.200

megavatios explica el especialista en el sector eléctrico, Gabriel Secaira.

 

De ahí que aunque el Gobierno había anunciado la semana pasada que habría cortes de luz de

22:00 a 06:00 del 23 al 26 de septiembre, los cronogramas cambiaron y ahora los apagones serán

más drásticos y hay sitios en donde no habrá luz hasta por 12 horas. 

 

¿Hasta cuándo durarán los apagones?

El ministro de Energía, Antonio Gonçalves y la ministra de Ambiente, Inés Manzano, dijeron este

23 de septiembre de 2024 que la duración de este nuevo período de cortes de luz dependerá de cuándo

vuelvan las lluvias a esta zona del país.

Y es que desde julio de 2024 una fuerte sequía está golpeando a la cuenca oriental del país, en donde

están los ríos que abastecen al mayor complejo hidroeléctrico del país: Mazar, Sopladora y Paute.

 

El complejo salió de operación este 23 de septiembre de 2024 porque el nivel del agua en el embalse

de Mazar, que abastece a las tres centrales, cayó al nivel crítico de 2.116 metros sobre el nivel del mar

(msnm), en un momento en el que más bien debía estar lleno, hasta los 2.153 msnm para enfrentar

los meses de más sequía, que normalmente son de octubre a diciembre dice Secaira.

 

Según los registros de hidrología de los últimos 20 años, los caudales afluentes al embalse de Mazar

han tenido los niveles más bajos siempre entre noviembre y diciembre.

 

Pero, según la ministra de Ambiente, con base en un informe del Inamhi, entre el 26 y el 29 de

septiembre «se esperan lluvias en todo el corredor interandino, esto mejoraría la crisis».

 

Es poco probable que llueva torrencialmente, dice Etapa

Sin embargo, eso no sería suficiente. El corredor interandino abarca a toda la región

Sierra de Ecuador, pero lo que se requiere es que llueva específicamente en la

estribación oriental de la cordillera en el austro del país, y en las áreas de recarga hídrica

de la cordillera occidental, dice Rigoberto Guerrero, administrador del Departamento

de Investigación y Monitoreo de la empresa pública municipal Etapa.

 

Además, para que el embalse de Mazar se vuelva a llenar a un nivel adecuado se requerirían

al menos 10 a 15 días de lluvias en días seguidos, por períodos de al menos cinco horas

en esa zona, explica el investigador de Etapa.

Y ese escenario es muy poco probable.

La empresa pública ya ha realizado monitoreos y proyecciones con base en información y en

imágenes satelitales generadas por la Agencia Espacial Europea, que muestran que lo más

probable es que las lluvias recién comiencen a finales de 2024 o a inicios de 2025. (I)

 

Fuente: evafm.net – primicias.ec