Un paisaje lunar.
Así luce el embalse de Mazar, el más grande del país, que alimenta a tres de las principales hidroeléctricas de Ecuador.
Ubicada en la zona austral de Ecuador, el embalse está prácticamente seco.
Por la severa sequía que atraviesa esta zona del país, moradores del sector cruzan caminando el embalse de 31 kilómetros
de extensión y que, en época lluviosa, es capaz de almacenar 410 millones de metros cúbicos de agua.
La importancia de este embalse radica en que de él dependen tres centrales hidroeléctricas que, juntas, aportan con
1.757 megavatios o el 38% del total de la demanda máxima de Ecuador, que es de 4.600 megavatios.
Pero, debido a la sequía, el embalse de Mazar se ha quedado prácticamente sin agua, lo poco que había fue trasvasado al
reservorio Amaluza, que abastece a la central hidroeléctrica Paute -Molino, ubicada aguas abajo.
El nivel del embalse de Mazar siguió cayendo.
A las 12:00 de este 17 de abril de 2024 el nivel del embalse de Mazar alcanzó los 2.107,8 metros sobre el nivel del mar.
El nivel mínimo de operación de Mazar es de 2.115 metros sobre el nivel del mar.
En cambio, la entrada de agua al embalse era de apenas 34,5 metros por segundo, cuando en condiciones lluvias tiene un
ingreso medio de agua de 120 metros por segundo.
La sequía en la zona austral ha sido más severa que en años pasados.
Estaba previsto que el estiaje o falta de lluvias empiece en octubre de 2023, pero arrancó un mes antes, en septiembre
y, en cambio, se proyectaba que termine en marzo, pero se ha extendido hasta abril. (I)
Antes y después el embalse de Mazar, en Azuay
Imágenes de diciembre de 2010 y de abril de 2024