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El 50% de adolescentes que tienen sexo no usa anticonceptivos en Ecuador

‘No quiero que engordes’ o ‘quieres ponerte para tener relaciones con otros’ son algunas de las frases que escuchan las mujeres de sus parejas, en los consultorios, con el fin de que eviten algún método anticonceptivo.

‘Que hace perder la potencia sexual’ o ‘que nunca más se podrá procrear’ son, en cambio, algunas de las creencias sobre la vasectomía (intervención quirúrgica para la esterilización masculina).

Ambas evidencian los estereotipos y mitos que persisten en torno a la sexualidad en Ecuador, un país donde el número de nacimientos decae y las mujeres en edad fértil tienen menos hijos.

Pero aquella realidad no ha implicado, por ejemplo, la disminución de los embarazos adolescentes.

De hecho, el 19,5% de los nacimientos del 2017 correspondió a madres adolescentes que tenían entre 10 y 19 años. La Organización Mundial de la Salud considera ese rango como parte de la población adolescente.

El libro Educación sexual desde la familia destaca el papel de los padres en este ámbito.

Señala que el tema no lo pueden delegar y deben ser guías para que el inicio de una vida sexual sea responsable, cuando tengan madurez física y emocional.

La psiquiatra Rocío Álvarez asegura que «la familia debe hablar a los chicos desde temprano de la sexualidad… de las relaciones de pareja para que tomen decisiones cuando estén maduros”.

Brian, de 18 años, y Leonor, de 16, no se cuidaron una noche hace tres meses.

“Estábamos muy fogosos y no teníamos un preservativo a la mano”, dice el joven.

Al siguiente día fueron a un centro de salud de Durán (Guayas) para solicitar la pastilla del día después o de emergencia, que no es considerada un anticonceptivo por el Ministerio de Salud Pública (MSP). “Llegamos casi a las 5 (de la tarde).

Los internos estaban reunidos. Hablamos con una doctora que nos pidió que le diéramos los detalles en frente de todos y contamos lo que nos pasó.

Recién allí nos llevó al consultorio y nos dio la pastilla, nos reprendía como si se tratase de un familiar”, dice Brian.

Leonor ingirió la píldora, de la que se mantiene en debate por su uso.

No es el caso de Michelle, de 20 años, e Íngrid Yupa, de 24.

La primera dejó de cuidarse hace dos años porque escuchó que tras usar anticonceptivos se complica la procreación y esta semana nació su bebé.

La segunda tuvo su segundo hijo hace dos años.

“Ahora tengo el palito (implante)”.

Alrededor del 58% de los adolescentes de 15 a 19 años son sexualmente activos.

Y de ellos apenas el 50% usa métodos anticonceptivos y accede a consultas de planificación familiar, indica Carlos Cisneros, subsecretario de Promoción de la Salud.

En el grupo de 15 a 24 años, el 67,7% no usó anticonceptivos en su primera relación.

De ahí que el 46,5% de los nacidos en 2017 correspondió a madres que tenían entre 10 y 24 años.

El acceso gratuito a métodos anticonceptivos en la red pública de salud no mermó los embarazos no planificados.

Hay mitos sobre su uso, dice Cisneros.

“No incrementan peso o cambios de salud… Hay condiciones específicas en cierto grupo en los que probablemente dejen una reacción”.

El Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2017-2021 indica que el adolescente tiene el derecho a “acudir a la consulta solo”.

Y añade que “tiene derecho a decidir, sin la necesidad de la presencia o autorización de padres, madres…”.

Los hombres tienen opciones aparte del preservativo.

El periodista Diego Arcos, de 48 años, se realizó la vasectomía hace trece años. “Cuando formé mi familia teníamos cinco hijos.

Heredé cuatro, yo tenía uno y tuvimos otro, no podía tener más”.

El comunicador afirma que optó por este método porque es menos complicado que la esterilización femenina.

“Hay muchos que tal vez sentirán vergüenza porque le manipulen el miembro, pero eso de que pierdes la virilidad es falso”.

Ernesto Díaz, urólogo del Hospital de la Mujer de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, lo corrobora y considera que este método debe ser más impulsado dentro de las políticas públicas porque tiene un menor costo.

“Es una cirugía mínimamente invasiva que toma de dos a tres horas y al día siguiente retornan al trabajo”.

Aunque, agrega Díaz, el paciente debe saber que puede embarazar hasta tres meses después de la intervención o en las próximas 25 a 30 eyaculaciones, “porque en los conductos que están fuera de la ligadura quedan espermatozoides”.

La vasectomía cuesta de forma privada desde $ 250 y se puede revertir, pero tiene un alto porcentaje que no sea efectivo.

Según el MSP, entre 2013 y 2017 se hicieron 1.259 vasectomías y 66.725 ligaduras, lo que evidencia que la planificación recae más en las mujeres.

El ginecólogo Ramón Martínez dice que ellas tienen más opciones como píldoras, implantes e inyecciones que son los de tipo hormonales.

También están los de barrera. Los más usados son los preservativos sobretodo los masculinos, que también evitan las enfermedades de transmisión sexual.

“Pero también tienen problemas, hay que ver la caducidad porque de eso depende la flexibilidad de que pueda romperse… En algunos casos se lo coloca después del intento de penetración en el que ya sale el líquido seminal que tiene millones de espermatozoides sin que se dé la eyaculación”, indica Martínez.

Los métodos naturales como el del ritmo son usados aunque poco porque requieren de disciplina, agrega.

“Tiene que utilizarlo una mujer que tenga ciclos mensuales regulares”.

Si es bien aplicado la eficacia es superior al 90%, lo que aumenta si se combina con otros como el denominado método de Billings.

“Una mujer en su etapa preovulatoria ya elimina un moco, de tal manera que si nota que su vagina está húmeda y palpa un moco transparente, filante muy probablemente está en los días peligrosos, esos días debe evitar tener relaciones sexuales” .

Métodos anticonceptivos que entrega el Ministerio de Salud

1.- Preservativos masculinos y femeninos. 2.- Píldoras. 3.- Soluciones inyectables. 4.- Implantes. 5.- Dispositivo intrauterino T de cobre. 6.- La denominada píldora del día después o de emergencia.

Martínez recalca que ningún anticonceptivo es 100% eficaz, ni siquiera los quirúrgicos (ligaduras).

El especialista indica que se debe analizar cada caso, porque sí hay efectos secundarios.

“Si viene una paciente con sobrepeso, con antecedentes migrañosos o de quistes mamarios no puedo ofrecerle un anticonceptivo hormonal”.

Para esos casos hay opciones. “Los que no son hormonales como los dispositivos intrauterinos”.

Los de intervención quirúrgica son por lo general irreversibles.

Aquí se sigue la regla de los tres para escoger a los candidatos: más de treinta años y más de tres hijos.

En estos últimos se incluye la ligadura laparoscópica, cuyo costo puede superar los $ 2.000.

Como última opción está la polémica llamada píldora del día después o de emergencia que debe tomarse hasta 72 horas después de la relación sexual, que es el tiempo que un espermatozoide puede vivir en el canal vaginal, explica Martínez.

“A lo mucho se (debe) usar de dos hasta tres veces al año”.

El expresidente Rafael Correa cuestionó en diciembre del 2014 la Estrategia Intersectorial de Planificación y Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enipla) que se aplicaba en su mandato desde el 2011: “Fue un fracaso completo… el embarazo adolescente nos creció ”. Su reemplazo fue el denominado Plan Familia, anunció.

Sin embargo, las cifras del INEC indican que la tasa de embarazo adolescente bajó durante el periodo de la Enipla.

En 2011, de cada mil mujeres con edades de 10 a 19 años, 42 fueron madres.

En 2014, el número bajó a 36,5. Y en 2015, con el Plan Familia, las madres de 10 a 19 fueron 38 de cada mil. (I)

Íngrid Yupa, de 24 años, es madre de dos hijos y se atiende en el centro de salud El Cisne II. Hoy usa un implante para evitar un nuevo embarazo. Foto: Juana von Buchwald.

El periodista deportivo Diego Arcos se sometió a una vasectomía hace 13 años: «La diferencia entre la ligadura de la mujer y la vasectomía es mero machismo”. Foto: Carlos Barros.

Fuente: eluniverso.com