FARANDULA INTERNACIONAL

Jennifer López, de una infancia precaria, a la alta inmobiliaria en Manhattan

Menos de un año ha durado el sueño en las alturas de Jennifer López (Nueva York, 1969) y su chico, el exbateador de los Yankees Alex Rodríguez. En febrero de 2018, la pareja adquirió un apartamento en el edificio de apartamentos más alto de Manhattan, el 432 de Park Avenue, por el que pagó 15,3 millones de dólares. Ahora, acaba de salir a la venta.

No se alarmen los fans de J-Lo ni se vengan arriba sus pretendientes: la pareja lo pone a la venta por dos millones más de lo que les costó hace 11 meses en una clara operación de especulación urbanística. Si el lector quiere dormir entre las paredes que quizá nunca llegaron a acoger a la estrella del pop, necesita tener preparados 17,5 millones de dólares.

El 432 de Park Avenue, con 426 m, 96 pisos y 104 apartamentos, fue diseñado por el estudio del uruguayo Rafael Viñoly y es el edificio residencial más alto del mundo.

En términos generales, es el segundo más alto de Nueva York, solo superado por la aguja del coloso hasta hace poco conocido como Freedom Tower y rebautizado One World Trade Center, que se eleva junto al espacio que dejaron las Torres Gemelas.

El piso de J-Lo y su novio, al que se llega a través de ascensor privado, tiene 1.200 m2 y consta de tres habitaciones, biblioteca –con qué la ocupan nos resulta de interés–, sala de estar y comedor con vista a Central Park.

Esta operación de compraventa demuestra cómo EEUU puede ser, verdaderamente, la tierra de las oportunidades. Que si no tienes ahorros o un fornido seguro médico no puedas pagarte el tratamiento de una neumonía, también es cierto. Pero hoy no hablamos de eso. Jennifer López, hija de inmigrantes puertorriqueños, creció en el Bronx. Incluso quien jamás ha puesto un pie en Nueva York, asocia el nombre a barrio pobre, conflictivo y zona a evitar si no quiere uno exponerse a un robo en plena calle.

En realidad, hoy se trata de uno de los cinco distritos que conforman esa macrourbe a la que los locales llaman New York City y que los turistas no tienen tiempo de conocer, apabullados por las luces de Manhattan. Desde luego, no se cruzará por sus calles con Tommy Hilfiger Sarah Jessica Parker pero resulta poco probable que le asalten amenazándole con una jeringuilla.

La situación ha cambiado sustancialmente desde que Jennifer era una niña. Antes de que el alcalde Rudolph Giuliani aplicase una severísima política de tolerancia cero con la delincuencia, si al caer el sol Central Park se tornaba peligroso, el Bronx lo era mucho más. Sobre todo para el foráneo. Sin embargo, todos tenemos cariño al lugar donde nos criamos y así, en homenaje al distrito en que creció, J-Lo tituló su primer álbum On the 6, en alusión a la línea 6 de metro, que conecta el distrito más castigado de Nueva York con el que acoge la gloria de Wall Street.

El último personaje célebre en sumarse a esta hiperexclusiva comunidad ha sido el hijo de la diseñadora Diane von Furstenberg e hijastro del multimillonario Barry Diller (opera en Match, Tinder, Vimeo y The Daily Beast), que pagó 10,75 millones por un apartamento en la torre. El joven dirige una firma de inversiones. El magnate saudí Fawaz Al Hokair posee la joya de la corona, es decir, el ático, por el que pagó casi 90 millones en 2016 mientras que el multimillonario hongkonés Lawrence Ho, CEO de Melco International Delovepment, desembolsó 65,2 en marzo de 2017 por un apartamento en el piso 83.

Sin soltar un dólar, Demid Lebedev pasará a la historia como la persona que realmente coronó el edificio. En septiembre de 2014, ese chaval de 17 años trepó por una de las grúas (la más alta) que lo construían hasta llegar a la cima. Todo por sumar ‘likes’ en Instagram. Sus fotos lograron un tsunami de alabanzas en la red pero también una visita de la Policía y una noche en el calabozo cortesía de la ciudad de Nueva York.

El edificio, obra del estudio de Rafael Viñoly, no es bonito. Es alto. El ático, tríplex, se vendió en casi 90 millones de dólares.

El edificio, obra del estudio de Rafael Viñoly, no es bonito. Es alto. El ático, tríplex, se vendió en casi 90 millones de dólares. (LVD)

Fotograma del videoclip 'Live it up', de J-Lo y Pitbull. ¿Y el anillo pa cuándo? No le corre prisa. No le queda espacio en la mano.

Fotograma del videoclip ‘Live it up’, de J-Lo y Pitbull. ¿Y el anillo pa cuándo? No le corre prisa. No le queda espacio en la mano. (Youtube)

Desde lo alto del 432 de Park Avenue, la vida parece mejor.

Desde lo alto del 432 de Park Avenue, la vida parece mejor. (LVD)

Jennifer Lopez y Alex Rodriguez en Malibú

Jennifer Lopez y Alex Rodriguez en Malibú (GTRES)

Fuente: la vanguardia.com