La Grupa: la riqueza ecuatoriana plasmada en sus notas

La Grupa nació en 1999, en pleno boom del rock ecuatoriano (cuando caían en el olvido los Au-d, Tranzas, 3er Mundo y surgieron bandas de verdad como La Trifullka, Sobrepeso, Sal y Mileto, El Retorno de Exxon Valdez y los Crucks se encontraban en la etapa experimental de La Dimension de Cuy). Justo en aquella época tres músicos Ivis Flies, Christian Mejía y Jhonny Ayala decidieron crear una nueva propuesta de la música popular ecuatoriana. Un proyecto que retomó la riqueza de los ritmos y sonidos de la Sierra, Costa y Oriente (sanjuanitos, bambucos, albazos, andareles, yaravíes, bombas, pasillos, etc), para fusionarlos con géneros contemporáneos como el rock, funk, pop, hip hop y electrónica.

La agrupación surgió en una época en que la música nacional se encontraba mal vista sobre todo por la juventud, que no percibía su riqueza y mucho menos se identificaba con ella. Bajo estas circunstancias, Christian e Ivis realizan una investigación sobre la música ecuatoriana y descubren que ésta podía ser fusionada entre las diferentes étnias del país: negra, serrana, montubia, mestiza, indígena, etc. E inspirados en el trabajo de reconocidos músicos ecuatorianos como Héctor Napolitano, Hugo Idrovo y Álex Alvear se lanzan el proyecto La Grupa, que en su época, se convirtió en una especie de puente entre la música nacional tradicional y los jóvenes. Es así que la gente conoce el albazo Avecilla básicamente gracias a La Grupa.

La agrupación cuenta con tres discos. Su primer albúm creado en el 2000, ‘Inmortales páginas‘, es un material que jamás salió al mercado pero que sin embargo, es el disco con el que los integrantes de la banda se sienten más identificados. El segundo disco se realizó en un proyecto conjunto con el Museo de la Ciudad de Quito, que se llamó ‘Divas de la tecnocumbia‘, material en donde los artistas trabajaron con los artistas más representativos del género como Hipatia Balseca y Susana Aymara. (si alguien desea este álbum, sólo pídalo). Pero los grandes éxitos de la agrupación: ‘Oye’, ‘Caderona’ y ‘Qué bonita e’ acompañados del contagioso sonido de la marimba llegaron en el 2004 con su tercer álbum llamado ‘La Grupa‘ muy influenciado en la música afroamericana rica en ritmos como el andarele y la marimba.

Con respecto a este ultimo álbum y que además es motivo de este post se trata de una producción limpia y cuidadosamente lograda en el estudio Ilha dos Sapos, propiedad de Carlinhos Brown, reúne diez tracks entre composiciones originales e intervenciones a temas tradicionales. Jorge Araujo Chiriboga, ilustre compositor nacional de la primera mitad de 1900 resulta donador de uno de sus aires típicos, ‘Si tu me olvidas’ que, recargado de acordeón y melodía sincopada, se vuelve un buen mostrador del matiz digerible que le imprimen al tradicionalismo a lo largo del disco. ‘Que bonita e`’, es la pieza que tal vez oculta al resto por su excesiva exposición mediática. En el medio aparece ‘Toro mata’, canción tradicional del peruano Carlos Soto, ajustada aquí con un texto extra y una cadenciosa dosis de marimba y percusión esmeraldeña. Justamente esos sonidos negros más la generosa contribución de la percusión brasileña de Crispin Junior, caracterizan y convierten a este disco en la versión fiestera citadina de algunos clásicos de pueblos alegres.

En pocas líneas, la creatividad, arte e ingenio de los músicos les permite plasmar a través del lenguaje universal: la música, la riqueza ecuatoriana y con las notas de ‘Tal cual’ definen con fuerza su mensaje: “Lo digo claro y así tal cual, ¡nada se iguala a mi tierra!…”