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La telefonía celular ya no es tan buen negocio en el país

Pagar deudas, la entrada de su casa y estudiar una maestría. En eso invirtió sus utilidades Cristina, una extrabajadora de Movistar.

Por el beneficio, la exempleada llegó a recibir hasta 14.000 o 15.000 dólares debido a que contaba con dos cargas familiares.

Ahora la realidad es distinta. El año pasado, los trabajadores de Movistarrecibieron por utilidades, en promedio, unos 2.200 dólares, asegura Gibrán Acosta, representante de los Trabajadores de compañía telefónica.

Y en este año la cifra será menor, señaló a EXPRESO la operadora, a través de un correo electrónico.

Según datos de la Superintendencia de Compañías, los beneficios de las empresas telefónicas privadas se han reducido en los últimos seis años.

Sin embargo, aún se mantienen en el grupo de las 20 empresas con mayores ingresos y ganancias del país, según los últimos datos disponibles (2017) del organismo de control.

Movistar pasó de alcanzar utilidades de 113 millones de dólares en 2013 a 18 millones en 2017.

Es decir, una caída del 83 %. Los beneficios de su competencia Claro, también han disminuido, pero en menor magnitud: pasó de 341 millones de dólares en 2013 a 232 millones en 2017, una reducción del 31 %.

¿Cuál es la razón? Las operadoras y expertos en el sector señalan, en términos generales dos factores: el primero tiene que ver con el cambio en el comportamiento de consumo de los usuarios. El segundo se debe a regulaciones gubernamentales.

Movistar explicó que hay factores globales que afectan el negocio, como la sustitución de los servicios tradicionales de llamadas y mensajes de texto por otros servicios como las redes sociales o las aplicaciones de mensajería, que no tienen regulaciones, no pagan impuestos locales y utilizan la información de sus usuarios para obtener ganancias.

A esto se suman otras causas, dice la operadora, como la situación económica del país o las cargas regulatorias sectoriales (principalmente para el acceso y uso del espectro radioeléctrico), que hacen que los costos de operar estén entre los más altos de la región.

En eso coincide Claro. A través de e-mail, la compañía respondió que desde 2016, la industria de las telecomunicaciones se ha venido contrayendo por una serie de restricciones y medidas que afectaron el impulso con el que se venía desarrollando y desaceleraron su ritmo de crecimiento.

Según Claro, la caída en sus utilidades es producto de una serie de cambios, impuestos, regulaciones, normas, aranceles, entre otros, que han afectado el rendimiento financiero de las empresas del sector.

El mercado está madurando, asegura Hugo Carrión Gordón, consultor en telecomunicaciones.

Hasta hace unos años el servicio de las empresas era únicamente la telefonía celular (llamadas y SMS).

“Necesitaba hablar por teléfono para confirmar una reunión, coordinar cualquier cosa y el costo de la llamada era alto (…) El perfil de usuario ha cambiado y aplicaciones como WhatsApp permiten realizar llamadas”, añade.

Ante ese nuevo escenario, el campo de batalla de las operadoras es la oferta de paquetes de datos móviles para navegar en Internet, asegura Carrión.

A escala mundial, las compañías telefónicas exploran nuevos segmentos de negocio y potencian otros, como servicios de comunicaciones para empresas, televisión pagada o los servicios de vídeo por ‘streaming’ al estilo de Netflix para aumentar sus ingresos. También ocurre en el país.

Ambas empresas sostienen que es importante revisar restricciones y carga de impuestos. Según un estudio de la Asociación GSM, que aglutina a las empresas de telefonía móvil a escala mundial (realizado por la consultora EY) para Ecuador, el sector móvil representa el 2 % del PIB y el aporte al fisco es del 4,9 % de la recaudación fiscal. (I)

Fuente: epreso.ec