GENERALNOTICIAS ECUADOR

Meta de crear 250 mil empleos por año está lejos de cumplirse en Ecuador

Quito –

“Busco trabajo, 20 años de experiencia”. Con esa frase, Madeleine Valle, comunicadora empresarial, dio a conocer que necesitaba un empleo. Pero lo hizo a través de un mecanismo poco usual: una valla publicitaria colocada en la avenida Las Aguas, en Guayaquil.

Desde mayo del 2017 está en el desempleo. Es el mismo mes en el que Lenín Moreno asumió la Presidencia de la República, luego de una campaña electoral en la que ofreció la creación de 250.000 empleos cada año.

Pero la meta está lejos de cumplirse. Según Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), a diciembre del 2017 se debieron haber creado ya 125.000 empleos.

“Las políticas del pasado, con más impuestos, restricciones comerciales y aumento desmedido de salarios solo frenan la generación de empleos de calidad”, señaló en su cuenta de Twitter. Sostuvo que en casi un año se crearon apenas 89.000 empleos de calidad.

En una entrevista con los medios públicos, el ministro del Trabajo, Raúl Ledesma, dijo que se crearon más de 174.000 empleos entre diciembre del 2016 y diciembre del 2017.

“No es la meta que se quería alcanzar, pero hay que reconocer que no recibimos la mesa servida”, afirmó.

Indicadores laborales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) de marzo del 2018 señalan que entre marzo del 2017 y 2018, la población con empleo pasó de 7’728.968 a 7’802.374. En tanto el desempleo disminuyó de 1’726.030 a 1’498.139.

Para Alarcón, las cifras deben ser tomadas con cautela. “Si bien hay un crecimiento atado al gasto público, el Ecuador debe caminar a un modelo sostenible enfocado en el mercado internacional. Las medidas en contra del comercio solo nos regresarían al mismo círculo perverso de las restricciones”.

Según el INEC, el ámbito productivo genera 9 de cada 10 plazas de trabajo y una es generada por el sector público.

Carlos Zaldumbide, director de la CCQ, anota que se deben crear las condiciones para que el sector productivo genere ese empleo.

Es importante, dijo, que haya un ambiente de certeza, que las reglas de juego estén bien claras.

Esto, a su juicio, motiva que los empresarios hagan inversiones en líneas de producción y comercialización con lo que se crea empleo.

Una de las reglas de juego, por ejemplo, es que al menos los impuestos no suban y criticó la tasa de servicio de control aduanero de $ 0,10 por unidad importada vigente desde noviembre del 2017 porque “ahuyenta las inversiones”.

Jaime Arciniega, del Parlamento Laboral Ecuatoriano, ve difícil que con la actual situación económica se pueda llegar a los 250.000 empleos.

Añadió que hay que generar confianza entre los sectores productivos y con ello emprender en un crecimiento del empleo basado en la industrialización tomando como referencia cuántos empleos serán para el sector público y el sector privado en función del crecimiento de la población económicamente activa y de la población en edad de trabajar.

En tanto, José Villavicencio, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), sostiene que para poder hablar de una política laboral se deben discutir temas como el empleo, incremento de sueldos y salarios tanto en el sector público como en el privado, acceso a préstamos a largo plazo y bajos intereses, proyectos agrarios.

“No vemos las columnas estructurales para que eso suceda más allá de que se han venido dando algunos pasos importantes en el tema de recuperar derechos que fueron vulnerados por el correísmo”, señaló Villavicencio con relación a que la Corte Constitucional (CC) dio un pronunciamiento favorable sobre la demanda a la Ley de Justicia Laboral que eliminó el techo a las utilidades y se restituyó el 40 % del aporte estatal para el fondo de pensiones.

Villavicencio pide que se deroguen las enmiendas del 2015 a fin de recuperar la libertad sindical y la contratación colectiva del sector público.

También el Decreto 813 que permitió el desenrolamiento de personal del sector público y que les impide regresar a entidades estatales. “Todavía existen leyes y decretos que hay que derogar”, alegó el dirigente.

En el mismo caso de Valle están Santiago Miranda, de 24 años y Miguel Duque, de 63 (ver fotos).

El primero por no tener la experiencia que piden en varias empresas el cual varía de 1 a 3 años mínimo, y el segundo, porque ha superado la barrera de los 60 años y lo encasillan en la tercera edad. (I)

Fuente: eluniverso.com – twitter.com @PatricioAlarco2