Moreno esquiva la polémica
La coyuntura vista de reojo. El Ejecutivo parece haber trazado una línea divisoria entre la agenda pública y el discurso del presidente Lenín Moreno con los escándalos políticos y jurídicos que se acercan, cada vez más, a las cabezas del anterior Gobierno.
Al inicio de su gestión, algo que se hizo común fue escuchar al mandatario hablar sobre las irregularidades y los temas de corrupción heredados en todos los espacios posibles. Incluso, cuestionando con dureza a su propio vicepresidente.
“Lastimosamente, ingeniero Jorge Glas, lastimosamente el dedo apunta cada vez más hacia usted”, dijo en agosto de 2017, días antes de que el ahora exvicepresidente sea vinculado a la investigación por asociación ilícita en la que fue encontrado culpable y condenado a seis años de prisión.
Pero ahora, cuando están latentes las investigaciones por el intento de secuestro al político Fernando Balda y el asesinato del general de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) Jorge Gabela, el Gobierno ha decidido mantenerse alejado de esos temas, al menos públicamente.
En su lugar, mientras los agentes policiales hablan de las supuestas implicaciones del expresidente Rafael Correa en la tentativa de plagio y un perito revela que se perdió el informe con sus conclusiones sobre el crimen, Moreno ha optado por reunirse con deportistas, gestores culturales y recicladores.
Para el consultor político Gustavo Isch, este cambio de estrategia respondería a una necesidad del presidente de marcar una línea de distancia con su predecesor respecto a la injerencia en otras funciones del Estado, especialmente en temas de justicia.
Aunque mantener esa diferencia no siempre resulta sencillo. “Creo que el último gazapo que comete el Ejecutivo es hacer pública una carta a su bloque en la Asamblea usando términos como ‘morenistas’ y pidiéndoles que se definan”, dijo Isch a EXPRESO.
El giro también respondería a un replanteamiento de los mecanismos de comunicación, como adelantó a EXPRESO a inicios de este mes el secretario de la Política, Paúl Granda. “Habrá un contacto más cercano y diario con la gente. Vamos a acercar al Gobierno a los barrios, parroquias”, anunció el funcionario.
Para Isch, las cosas empezaron a cambiar desde febrero, cuando se posesionó el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio y la carga de la tensión política se trasladó a este organismo, especialmente a la figura de su presidente, Julio César Trujillo.
La cercanía con la gente es prioridad
Como se ha hecho costumbre en los últimos meses, el presidente Lenín Morenotermina hoy la semana laboral con actividades en Guayaquil.
La agenda pública del mandatario estará enfocada, según información de la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom), en un tema de carácter social.
Moreno visitará a una niña de 11 años que en octubre pasado sufrió quemaduras de tercer grado cuando se incendió su domicilio, ubicado en la cooperativa Sergio Toral.
El Gobierno entregará a la niña y su familia una casa en el Plan Habitacional Socio Vivienda 3.
Fuente: expreso.ec
