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Negado pedido de recusación al juez que lleva caso de Jorge Glas

Quito –

Menos de 20 minutos le tomó ayer al conjuez nacional Édgar Flores analizar los argumentos escuchados en audiencia y así rechazar la demanda de recusación contra el juez Miguel Jurado presentada por el vicepresidente Jorge Glas mediante su abogado Eduardo Franco.

Con la resolución de Flores, Jurado seguirá como juez en el proceso por asociación ilícita relacionado con Odebrecht, en el que se investiga a Glas, a su tío, Ricardo Rivera, al excontralor Carlos Pólit y a otras 15 personas más.

En la resolución oral, Flores señaló que no se ha demostrado absolutamente nada en cuanto a la causal de “enemistad manifiesta” que planteó Glas.

Recordó que la mera disconformidad del demandante en relación con lo resuelto o el fallo contrario a sus pretensiones tiene prevista la utilización de los medios de impugnación que la ley establece y no precisamente la recusación.

Franco dijo que Jurado ha actuado en este caso con “dolo” y movido por el “odio manifiesto” de causarle daño al vicepresidente.

Explicó que la enemistad manifiesta del juez se ha demostrado en que él ha hecho lo que le ha dado la “regalada gana” y ha aceptado cosas por odio dentro del proceso.

Y anunció que ha pedido veedurías a las Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos para que este caso se lleve a cabo “no con jueces que odien a las partes, sino con jueces verticales”.

La representante de Jurado, la defensora pública Lolita Montoya, criticó que en esta audiencia la defensa de Glas pretenda resolver la situación jurídica respecto a la medida de prisión preventiva que pesa en contra de su cliente. Afirmó que no se justifica que porque Jurado la dictó sea una causal de enemistad manifiesta.

Al momento, lo que resta en el proceso es que el juez Miguel Jurado defina día y hora para la realización de la audiencia preparatoria de juicio. (I)

Detención
La noche del martes último, Doris R. fue detenida en el norte de Quito por ser, al parecer, la propietaria del número celular del cual la fiscal Diana Salazar, que investiga el caso Odebrecht, recibió varios mensajes con amenazas de muerte si no dejaba el cargo en el Ministerio Público.

Se le dictó prisión preventiva por los delitos de intimidación y odio. (I)

Fuente: eluniverso.com