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El IESS ofrece solucionar la falta de medicinas hasta fin de año

La situación en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) es compleja.

Los pacientes que sufren diferentes enfermedades reclaman que esta casa de salud

les entregue sus medicinas, pues, en muchos casos, de eso depende su supervivencia.

María Dolores Páez padece hipertensión pulmonar desde 2009.

Su estado se agravó a mediados de 2021 y tuvo que ser internada dos veces por arritmias cardíacas

producidas por la falta de medicinas.

Durante el segundo ingreso hospitalario, los médicos del HCAM le dijeron que era necesario colocarle

un marcapasos, pues la enfermedad había dañado su corazón.

Paéz asegura que llegó a ese estado luego de un año de no tener acceso a dos medicamentos llamados

bosentán y sildenafil, pues el hospital Andrade Marín, donde ella recibe tratamiento, no los tenía en su inventario.

El precio de estas medicinas son difíciles de costear para ella.

“Hace poco organicé una rifa y ahora estoy vendiendo colada morada porque el bosentán cuesta más de

USD 2.000 y es imposible pagarlo”, se lamenta.

“No son casos aislados”

Gabriela Garcés, vocera de la Asociación Nacional por la Salud, que agrupa a 33 organizaciones de pacientes

con diferentes enfermedades, dice que el caso de Páez no es aislado.

 

“En el HCAM no hay medicamentos para pacientes con diabetes, con cáncer, ni para trasplantados.

La lista es amplia y no se ve una solución en el corto plazo”, dice.

 

Xavier Carrera padece diabetes tipo 2 desde 2016.

En lo que va del año no ha recibido la insulina que necesita para controlar el nivel de azúcar en su sangre.

“El HCAM tampoco nos entrega las bandas reactivas que miden el nivel de glucosa y debo comprarlas

a pesar de que estoy a día en el pago de mis aportaciones”, asegura.

Mientras que los pacientes con leucemia, como Patricio Baca

solo han recibido una vez el medicamento que reciben como tratamiento.

“Solo en agosto nos entregaron el nilotinib.

En los meses anteriores no nos dieron y en septiembre y octubre tampoco”, se lamenta.

Según él, solo cuatro de los 160 pacientes con leucemia que reciben atención médica en el HCAM

y en el Teodoro Maldonado Carbo tienen los recursos económicos para comprar el nilotibib.

“Quienes tenemos leucemia debemos tomar cuatro pastillas de nilotibil.

Eso nos cuesta USD 3.600 mensuales”, detalla.

Para cubrir su tratamiento mientras el IESS los olvida, Baca tuvo que vender dos terrenos.

“Los pacientes que no tienen nada para vender y no tienen suficientes recursos están muriendo día a día

y nadie hace nada”, reclama.

La oncóloga Tania Soria

explica que los pacientes con cáncer que no reciben sus medicamentos a tiempo corren dos riesgos:

volverse resistentes al medicamento y que la enfermedad se fortalezca. (I)

Fuente: evafm.net