FARANDULA ECUATORIANA

El socio favorito de Magacha no es de TV

En el 2006 la vida de María Gracia Manzano, la presentadora de El club de la mañana, de RTS, dio un giro de 180 grados. Terminaba sus compromisos como cuarta finalista del Miss Ecuador 2005 y la llamaron a un casting para la revista familiar, además se convirtió en la esposa de Antonio Arteaga.

Han pasado diez años desde que Marco Tapia le comentó que tendría el casting y un día antes de entregar la corona que la llevó a participar en el Miss Café Internacional la seleccionaron para el Club. Ella decidió pensarlo porque tenía 24 horas aún comprometida con el Miss Ecuador y porque, aunque se sintió cómoda frente a la cámara, es una mujer introvertida a la que le cuesta entablar una conversación por iniciativa propia, más allá de que la contagiosa risa de la presentadora podría hacer pensar lo contrario.

Y en abril de 2006, después de haberlo pensado y consultado con su madre, Laura Díaz, quien se ha transformado en su más rigurosa crítica, y con su entonces novio, que en septiembre de ese año se convirtió en su esposo, se vio en televisión a la hoy popular Magacha.

Reconoce que mantener una revista familiar en el tiempo requiere de mucho trabajo, de reinventarse cada tanto y de la complicidad de sus integrantes: frente y detrás de pantalla.

Los mejores recuerdos del público los guarda de su embarazo, que asegura fue genial. Con picardía confiesa: “Me llevaban volteados de piña deliciosos, no le quería brindar a nadie, pero me tocaba porque soy educada” y ríe sin parar, con las mismas carcajadas que su público ve a diario.

“Durante el embarazo fue como ese cariño extra, la gente me decía ‘qué linda que está, mire su panza es enorme’ y yo decía sí es enorme, en realidad era enorme”. Y seguía consejos que le daban en la calle.

Cuando la abordan habla de su hija Martina, de 7 años, pero María Gracia sostiene son los nuevos 15. Adora ser madre y aunque quería una familia grande explica que el presupuesto del hogar es de dos hijos y su esposo tiene una niña de 15 años de un matrimonio anterior con la que se lleva bien.

Magacha, como la bautizaron desde niña sus primos cuencanos, se siente más mujer y realizada. Se casó con Antonio Arteaga, que “es una persona que amo, que adoro, lo venero por decirlo así, porque es de una increíble calidad humana, es supertrabajador, es un excelente padre, es un muy buen esposo”. Así describe a quien revela es su mejor socio y hasta su víctima y ríe sin parar.

«He disfrutado en estos diez años (en la televisión) de muchas, cosas de sentir que tienes que mejorar muchas cosas por esta personita (su hija) que depende de ti. En abril entré al Club y en septiembre me casé.

¿Cómo me veo de aquí a diez años? Bueno, espero en algún momento empezar ciertos proyectos personales (…) siendo mamá, es mi profesión top y lógicamente seguir con el programa, esperamos…

FUENTE: eluniverso.com