ESPECTACULOSGENERAL

Balenciaga, el diseñador que inspiró la película «El hilo fantasma»

En 2014, cuando el director Paul Thomas Anderson asistió a un evento promocional de su filme «Inherent Vice«, su gran amigo Jonny Greenwood (guitarrista de Radiohead) le dijo en tono sarcástico «Mírate, pareces Beau Brummell«. Anderson, nacido en California (Estados Unidos), no entendió el chisme así que decidió buscar el nombre. «Quería saber más«, recuerda.

La investigación sobre Brummell (experto de moda y amigo personal del rey de Inglaterra Jorge IV) lo llevó hasta la vida y obra del modisto español Cristóbal Balenciaga (1895-1972), cuyas colecciones fueron reconocidas internacionalmente por su icónica puntilla, corte innovador y elegancia. Por la biografía «Balenciaga: el maestro de todos» de Mary Blume, Paul Thomas Anderson se dio una impresión de cómo eran los talleres y el mundo del diseñador, por lo que quedó fascinado con la vida monástica del español y el enfoque devorador de la sastrería que encajaba con la Edad de Oro de Hollywood y el New Look de París centrado en Christian Dior y su reinvención de la silueta femenina.

Mientras más conocía de Balenciaga, más pensaba en Daniel Day-Lewis, actor con quien había trabajado en la película «Petróleo sangriento» y quien el año pasado anunció que se retiraba del cine.

«Daniel es muy guapo, pero hicimos una película juntos en la que era bastante feo en términos de carácter y ambientación«, dice Anderson. «Empecé a pensar cómo podría hacerlo más guapo, viendo lo moderno que estaba en su vida cotidiana y conociendo bien su amor por la ropa y el arreglo y hacer cosas con sus manos«, añade.

Para llevar a cabo el proyecto, tanto el director como el actor se convirtieron en estudiantes de la alta costura durante los dos años que tomó sacar el proyecto adelante, pues el personaje de Reynolds Woodcock, en el que se basa «El hilo fantasma» (Phantom thread) se construyó entre Londres y Nueva York. «Fue un proceso de ida y vuelta, escribir durante unas semanas en Londres, presentar a Daniel material en Nueva York, escribir algunas cosas más y presentarlas de nuevo«, explica el cineasta.

Mientras se completaba el guion, Day-Lewis y Anderson aprendieron todo sobre Balenciaga y sus contemporáneos, incluido el diseñador británico Charles James, quien se convirtió en un maestro cortador después de mudarse a Chicago a la edad de 19, y Dior, quien revolucionó la vestimenta femenina a mediados del siglo pasado. También estudiaron a Alexander McQueen, responsable de trajes del Príncipe Carlos, y firma que por medio de Sarah Burton estuvo a cargo del vestido de novia de la duquesa Catalina.

Las clases de moda y arte entre visitas al museo Victoria and Albert de Londres donde estudiaron los vestidos vintage, y el Centro de Trajes Anna Wintour en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde detallaron la colección de trajes de los diseñadores más importantes del mundo. Además, Daniel Day-Lewis aprendió a coser bajo la instrucción de Marc Happel, Director de Disfraces del Ballet de Nueva York.

«Le enseñaron todo, desde la costura y el corte básicos hasta el proceso más elaborado de drapeado y medición. Al final de su período de entrenamiento se demostró a sí mismo al hacer una copia fantástica de un traje de Balenciaga«, sostiene el realizador.

Forjando a Reynolds Woodcock

La trama de «El hilo fantasma» va más allá de la historia de un diseñador. Trata sobre cómo un hombre saca adelante una compañía en compañía de su hermana Cyril -interpretada por Lesley Manville-  y cómo esa estructura se tambalea cuando Woodcock conoce el amor de Alma -encarnada por Vicky Krieps-.

Esa dinámica triangular sobre un romance gótico y el glamour de mediados del siglo pasado estuvo inspirada en la película «Rebecca» de Alfred Hitchcock, que a su vez estuvo basada en la novela homónima de la escritora británica Daphne du Maurier.

«Estaba buscando el lugar perfecto para una historia como esta. Quería un escenario de clase alta con personajes inmersos en galas, un mundo que pudiera acomodar un romance gótico«.

La historia está ambientada en Londres de 1955, época en la que todavía estaban los estragos de la Segunda Guerra Mundial y en la que la ciudad tenía un respiro con la coronación de la reina Isabel II. En ese ambiente,Reynolds Woodcock viste condesas, herederas, estrellas de cine y grandes damas.

«Después de la guerra había dos mundos paralelos de la alta costura, uno en París, que era el mundo dominante, el New Look, pero había muchos otros diseñadores abriéndose camino en Londres«, dice Day-Lewis.

El filme refleja aquella historia de Inglaterra en la que sastres y modistas confeccionaba prendas hermosas. «Cuando llegaban las telas según la temporada, ellos las miraban las telas, las sentían, las olían. Había algo fascinante en nosotros sobre la idea de que Inglaterra emergiera de los años de la guerra, en medio de la austeridad«, agrega el actor.

Al final, entre Paul Thomas Anderson y Daniel Day-Lewis construyeron un Reynolds Woodcock tan «fanático del estilo» como Beau Brummell, Cristóbal Balenciaga o el viudo obsesivo Maxim de Winter, el personaje de «Rebecca» que tanto admira el cineasta.

«A medida que el guion y el personaje tomaron forma me interesé en explorar qué tipo de hombre podría vivir dentro de esa estructura. Un personaje que requiere ese nivel de control está listo para ser desmantelado. ¿Qué sucede cuando un hombre así se debilita o descubre que necesita a alguien?«, se pregunta el director en referencia a lo que sucede cuando conoce el amor de Alma.

Sobre el título original de la película «Phantom thread», Anderson dice que se debe a una situación común entre las costureras del este de Londres en la era victoriana que estaban acostumbradas a trabajar largas horas en condiciones miserables en un sistema de fabricación que las dejaba agotadas física, emocional y psicológicamente. Después de los maratónicos períodos de costura de magníficos vestidos para la realeza y la aristocracia, los trabajadores agotados se encontraron, como autómatas, cosiendo hilos invisibles fuera del taller: hilos fantasmas.

El título, según él, también implica una fuerza fantasmal, la elaboración de una historia más allá del ámbito humano en el que sus personajes terrenales siguen siendo impotentes para el control del autor. ¿Controlamos el arte o el arte nos controla?

Colaboración de Jonny Greenwood

Además de inspirarlo con la historia de Beau Brummell, el guitarrista Jonny Greenwood tiene gran implicación en «El hilo fantasma», pues realizó la banda sonora del filme, trabajo por el que está nominado al Óscar 2018. Se trata de una nueva colaboración entre Paul Thomas Anderson y Jonny Greenwood, pues ya habían trabajado en «Petróleo sangriento«, «The master» y «Inherent vice«, además de los videos musicales que ha dirigido el primero para Radiohead, agrupación que se presentará en Colombia el 25 de abril de 2018.

Para «El hilo fantasma« el músico creó pistas que sugieren romance y oscuridad utilizando un piano y cuerdas de fieltro, aunque en la etapa de postproducción usó cuartetos y orquestas de cuerdas más grandes. El resultado, dice Greenwood, es una «música bastante británica».

Además de la nominación de Greenwood al Óscar 2018, «El hilo fantasma» compite en otras cinco categorías: mejor actor, mejor actriz de reparto, mejor diseño de vestuario, mejor director y mejor película.

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Fuente: elespectador.com