ARTISTAS ECUATORIANOS

Gustavo Herrera: La sencillez y humildad del cantautor manabita

Gustavo Herrera cantante y compositor manabita, inició sus estudios musicales con el piano a la edad de 6 años. Especializó su arte en diferentes Conservatorios y Universidades de Ecuador y EEUU entre ellos el Conservatorio “Eloy Alfaro” (Manta), Sociedad Filarmónica de Quito, Conservatorio Superior Nacional (Quito), Montgomery College (E.E.U.U), USFQ (Quito).

Sale a la luz pública en el 2007 cuando con el productor Sergio Sacoto decide trabajar su primera producción discográfica “Te Regalo”. Luego de lanzar temas que tuvieron éxito como Mansa Pero Peligrosa, Tuya y Quiero estar contigo viaja a Buenos Aires – Argentina,  donde trabaja en su segunda producción discográfica “Ida y Vuelta” con el productor Diego Ortells, lanzando exitosos temas como Vuelve y La Costurera.

Su biografía de su puño y letra

Nací entre calles de polvo y semiasfaltadas, una casa de ladrillo en el barrio los algarrobos fue mi cuna en mis primeros años. Al frente había un parque, pero mi principal distracción era la montaña de arena, aquella que utilizaban para construir la casa de los vecinos pienso yo, que a la final nunca la terminaron de construir.

Se escuchaba el canto de alguien con una guitarra y el de los pájaros cada mañana; y el gallo cacareando todas las madrugadas. Luego fui a aprendiendo que ese cacareo significan dos cosas: que ya estaba amaneciendo, o que mi abuelita estaba preparando el almuerzo de aquel día.

Al día siguiente la sirena de los bomberos indicaban el medio día, y una señora desde el fondo del cuarto gritanto… » La Sopa!!». Era el primero en la mesa, sin camiseta, sin pelo y sin dientes tratando de saborear todo lo que estuviera al paso. También escuchaba todas las mañanas alguien bañándose en la ducha cantando a todo pulmón con mucha alegría todo tipo de música y unas risas de fondo alegraban la mañana.

Había no me acuerdo en donde, dos guitarras….  La una mas vieja que la otra. Trataba de sujetarla con mis manos pequeñas pero era muy grande, pero la insistencia me hizo acoplarme a su tamaño.  Terminaba la tarde con las manos y los dedos raspados, pues no atinaba nunca a las cuerdas, y no entendía porque no sonaba nada. Al acabar la tarde, mi madre me llevaba a la cama, escuchaba el click de la radio, y ya sabía que mis villancicos favoritos iban a sonar, y me dormía en paz y tranquilo.

Me despertaban el sonido de las olas del mar, y me iba a «surfear», pero no les puedo engañar, me fue muy mal, todo lo que hacia era nadar, nadar y nadar, y aunque me acostumbre a que las olas me revuelquen, me empezó a gustar el golpe de mi cuerpo con la arena en el fondo del mar, cosa que no era muy agradable en la playa de a lado donde no había arena sino piedras, y aunque no pude pararme nunca sobre esa tabla, lo que si les puedo decir es que aprendí a nadar muy bien.

LLegaba a mi casa y me acostaba en el patio en la baldosa que era bien caliente mientras olía el olor a patacones y me preparaba para el sonido de la sirena otra vez y la misma rutina todos los días. Jugamos en el barrio fútbol todos los días, y aunque no era muy querido porque todos los días al acabar el primer tiempo del partido me salia del juego y dejaba siempre a un equipo incompleto por ir a jugar con mi juguete favorito, el piano que recién me habían comprado con mucho esfuerzo.

Muchas cosas mas se podrían decir, y se que muchas cosas mas uds se estarán preguntando, cosas como “¿que le pasa? ¿nunca fue a la escuela? ¿porque no usa las tildes?”,  para ser sincero nunca me gustaron los adornos, nunca los utilice, ni siquiera en mi cabello, pues a la verdad no me gusta peinarme, para mi lo natural es perfecto, ni las tildes ni las rimas ni los lazos ni tapetes fueron mi prioridad, a la final el torero con capa o sin capa sigue siendo torero, y mi piano sin estuche o con estuche sigue siendo mi piano, pero mi vida sin uds nunca seria la misma, Uds. que fueron, son y serán parte de muchos cuadros que fui pintando con mi vida, tantos cuadros que de tanto ya no recuerdo todos, pero recuerdo los mas importantes: alguien cantando en la ducha, alguien diciendo la sopa!, las olas revolcándome, la montaña de arena, las 2 guitarras, el piano, y una mujer que ya no esta, diciéndome siempre en el oido: Que tus sueños nunca dejen de respirar….