Murray, supera a Milos Raonic y atrapa su tercer Grand Slam

Andy Murray se proclamó héroe en casa. Por segunda vez. Después de ser el elegido para decir adiós hace tres temporadas a la maldición británica que se extendía durante 77 años, el número 2 del Emirates Ranking ATP encadenó una nueva corona de Grand Slam en Wimbledon (2013, 2016). Esta vez se impuso a Milos Raonic por 6-4, 7-6(3), 7-6(2) en dos horas y 47 minutos.

Lejos de conformarse con cambiar el destino del tenis británico en el Grand Slam londinense, Murray se ha propuesto hacer de Wimbledon su jardín privado. No obstante, comparte con Novak Djokovic la supremacía sobre la hierba inglesa con un reparto de dos títulos para cada uno en los últimos cuatro años.

El de Dunblane repitió los mismos pasos que en 2013, antes de levantar su primer trofeo en Wimbledon. Y es que Murray llegaba al All England Tennis Club en condición de campeón del Aegon Championships de Queen’s. Este curso volvió a colocarse la etiqueta honorífica de mejor jugador sobre césped, encadenando un pleno de victorias en los 12 partidos que ha disputado en la superficie.

El título en casa supone la guinda a una búsqueda insaciable durante toda la temporada por levantar un Grand Slam. Primero lo intentó en el Abierto de Australia, luego en Roland Garros, pero en ambos casos se encontró con el mismo muro: el número uno del mundo, Novak Djokovic. Esta vez, el único jugador que ha disputado todas las finales de los torneos de esta categoría en 2016, consiguió que a la tercera fuese la vencida.

Aprovechó su experiencia con diez finales anteriores ante un jugador que se estrenaba en este tipo de partidos. Exhibió sus condiciones en el resto que le distinguen como uno de los mejores del circuito en esta faceta, devolviendo primeros servicios de Raonic por encima de los 220 km/h. Obligó al canadiense a salvar un bola de break en el tercer juego, pero en el quinto no perdonó para convertir un quiebre (1/3) que sería decisivo en el set.

A pesar del descaro del número 7 del mundo, agresivo y valiente con continuas subidas a la red durante todo el encuentro (terminó con 74 aproximaciones), la seguridad de Murray con su servicio (86% de puntos ganados con primeros), sin concesiones al resto sirvió para que certificara la primera manga 6-4.

En el segundo parcial, Raonic fue capaz de ir levantando cada una de las 4 opciones de break que concedió, pero no encontraba la fórmula para hacer daño en el resto a Murray que parecía responder con una precisión milimétrica. Así, el set se marchó hasta el tie-break. Un error no forzado en la volea del canadiense de los 15 que cometió en el parcial abrió el desempate, que caería del lado del escocés (7-3).

El tercer parcial dibujó un guión prácticamente idéntico al anterior. Murray mantenía el listón con su saque y en el primer momento en el que flaqueó, cediendo dos opciones de break en el quinto juego, demostró sus condiciones de maestro escapista para conservar su servicio. Una vez más el desenlace sería el tie-break, donde el discípulo de Ivan Lendl impuso su experiencia (7-2).

Andy Murray termina su participación en el Grand Slam británico con 102 victorias sobre hierba y un porcentaje de éxito del 85,7% en la superficie a lo largo de su carrera. Además, amplía su vitrina de trofeos cosechados en hierba hasta los 8: dos Wimbledon, cinco Aegon Championships de Queen’s, así como la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

FUENTE: atpworldtour.com