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El debate de cómo se asigna el presupuesto

Un puente que une a Guayaquil y Daule, la aerovía, más regeneración urbana y obras rurales enlistan los rubros más importantes de la agenda presupuestaria de la ciudad para este año, aprobada en diciembre y cuya cifra asciende a $ 762’845.000.

La creación del presupuesto tiene dos fases, una en la que el Municipio decide cuál será la ruta de obras, tras reuniones con todas las direcciones, y otra que demanda la participación obligada de concejos barriales. Es esta última la que halla reparos entre diferentes actores sociales.

“La Asamblea Cantonal de Participación Ciudadana en donde se debate el presupuesto está conformada por una lista de organizaciones donde el Municipio y los delegados municipales tienen mayoría de votos”, opina el director ejecutivo de Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, y lamenta que organizaciones como el colectivo que preside estén ausentes de ese ejercicio democrático.

El concejal socialcristiano Manuel Samaniego defiende al Cabildo. “Esto es totalmente falso. A la asamblea asisten representantes de los barrios, gremios y diferentes organizaciones no gubernamentales, así como todos los concejales de Guayaquil”.

Entre los meses de octubre y noviembre, estos actores sugieren la ruta. “Siempre hay dos reuniones. Una para pedir las obras y otra para socializar la planificación, que está creada en base de esas peticiones”, añade.

A esa lista de representantes pertenece el comunicador Gustavo Rivadeneira, quien preside el Comité de Moradores del Barrio Patrimonial del Salado y es dirigente comunitario del Distrito 3 de Guayaquil, que comprende a las parroquias Tarqui, Letamendi, García Moreno, Urdaneta, Sucre, Ayacucho, Bolívar, Olmedo, entre otras. Al contrario de Cárdenas, él piensa que existe una excelente relación entre los barrios y el Cabildo.

Sin embargo, Luis Gómez, presidente de la Federación de Barrios de Guayaquil, no lo cree así.

Su organización posee 750 barrios de zonas como Mapasingue, Trinitaria, Guasmo, La Chala, Puerto Lisa, Bastión Popular, Flor de Bastión, Monte Sinaí, Balerio Estacio, entre otros sectores que demandan obras aún.

Dentro del rubro de este año destinarán $ 549’817.801 a la obra pública (las más relevantes presentadas en una infografía en esta edición), esto representa el 72,07 % invertido en desarrollos viales, transporte masivo, alcantarillado, trabajos en zonas populares, parroquias rurales, escalinatas y complejos deportivos, así como mantenimiento de la regeneración urbana y nuevos proyectos de esta categoría.

Gómez considera que “no hay una verdadera organización y planificación con respecto a otros lugares que lo necesitan.

Se implementan pequeñas cosas en diferentes zonas. Se ponen parques, pero se falla en el desarrollo planificado y armónico”.

Aquello también lo critica el experto en planificación urbana Carlos E. Jiménez.

“En el documento se detalla ‘alcantarillado en sectores populares’, pero no se especifica cuáles son estas zonas, así como tampoco se muestra qué áreas ‘densamente pobladas’ recibirán programas viales que ascienden a $ 63 millones”.

El concejal Samaniego ataja esta observación al aclarar que en el presupuesto únicamente se describe de forma general la inversión.

“El desglose lo encontrarán en los documentos de Obras Públicas. Además, recuerda que todas las obras las aprueba el Concejo Cantonal”.

Sobre hacia adónde van las obras, el edil está consciente de que “hay gente que cree que la regeneración debe ser prioridad, o la pavimentación, o que las obras culturales deberían serlo”. Pero, insiste, “en un Municipio responsable se deben hacer obras de forma progresiva”.

El aporte colectivo está cuestionado

El experto en urbanismo Luis Alfonso Saltos cree que la falta de equilibrio al momento de elegir a los representantes barriales en el Cabildo, para participar en temas como la elaboración del presupuesto, está en la Ordenanza de Participación.

“Es un candado a la participación social, colectiva, académica, gremial y ciudadana; es por ello que no se puede hablar de una participación real en la construcción de la planificación y modelo territorial”.

El numeral b, del artículo 13 de esa ordenanza enlista a fundaciones, gremios y cámaras específicos para representar a la sociedad.

Es esa lista la que excluye a otros actores sociales.

Fuente: expreso.ec